Es
-casi- de todos conocido, mi gran afición por la fotografía, y como
gran aficionado, intento estar al tanto de los eventos relacionados.
El
día de hoy, se publicaron las fotos ganadoras del concurso anual de
la World Press Photo (WPF).
Muchos
lo saben, pero la WPP es una organización no lucrativa con sede en
Amsterdam y fue fundada en 1955. Uno de los objetivos de este
organismo, es el de promover entre el público en general, la
apreciación del trabajo de los fotógrafos, básicamente de los
fotoperiodistas, y fotógrafos documentales.
Para
ello, cada año, realizan una exhibición con los trabajos ganadores,
que es mostrada en 45 países, además de publicar, anualmente, en 7 idiomas, un
libro con dichos trabajos.
Como
dato curioso, la WPF, es auspiciada por la
DutchPostcode Lottery,
y por la empresa Canon.
Para
mi, siempre ha sido difícil describir las características de lo que
pueda ser considerado como “una buena fotografía”, dado que todo
parte del punto de vista del observador (gracias por esto tambien
Einstein), habrá fotografías cuyo logro técnico sea impecable,
pero que hieran la suceptibilidad de algunos, o fotografías
técnicamente pobres que hagan feliz a los abuelos que observan por
primera vez a su nieto.
Sin
embargo, la WPF organiza año con año su concurso, y las categorías
son: foto del año, artes y entretenimiento, naturaleza, deportes,
temas contemporáneos, personas en las noticias, vida diaria,
retratos, noticias generales.
Sin
más, les dejo el trabajo ganador en dos categorías: foto del año,
y personas en las noticias:
Esta
fotografía, fue tomada por un español de nombre Samuel Aranda,
durante las revueltas en Yemen en contra del mandato del presidenteAli Abdullah Saleh, el 15 de octubre de 2011. Se trata de una mujer
que sostiene en sus brazos a un familiar dentro de una mezquita que
se utilizó como hospital.
UN PAISAJE RENACENTISTA EN MEDIO DE LA GUERRA.
Imaginemos
por un instante, que somos Samuel, que entramos a la mezquita con
nuestra cámara en la mano, podemos percibir el olor de pólvora,
orines, sangre, mierda, tierra, comida, algún aroma pútrido que no
reconocemos, quizá el olor de alguna medicina; escuchamos lamentos,
llantos, gritos, respiraciones; Percibimos el miedo, la confusión,
la muerte. Estamos en medio de una guerra.
De
pronto, nos topamos con estas personas, tomamos la fotografía, y
¿qué aparece? ¡Una imagen del renacimiento!
Una
mujer con su niqab sostiene en sus brazos a un hombre semidesnudo,
fundidos por el dolor y el consuelo.
No solo es renacentista el atuendo, también la imagen. Pienso en dos obras en particular (claro que hay más), pero bueno,
estas me parecen las las más conocidas:
La
primera: La piedad de Miguel Angel.
La
segunda: La piedad de Luis Morales “el divino”.
Para
mi, la foto ganadora, fue tomada en uno de los peores, obscuros y aberrantes
contextos de la humanidad, jamás viviré lo suficiente para repudiar
la guerra. El dolor mostrado en la imagen en infinito, al igual que
el dolor de los afectados. Gracias a esto, podemos comprender qué
pasa en algunos lugares, y ser testigos silenciosos del horror.
Sin
embargo, y a pesar del terrible contexto, no puedo evitar observar
una fotografía tan extraordinaria, sin sorprenderme y analizarla
desde otro punto de vista.
Y
luego me preguntan el por qué de mi amor a la fotografía...
Cada
quién que saque sus propias conclusiones.