Advertencia:

Escritos críticos, aleatorios, sin estructura, caprichosos, sin temática en particular, subjetivos y parciales.

Se aceptan la crítica y la discrepancia.

Indiferencia al descrédito.

viernes, 10 de febrero de 2012

Foto Ganadora del World Press Photo Contest 2012



Es -casi- de todos conocido, mi gran afición por la fotografía, y como gran aficionado, intento estar al tanto de los eventos relacionados.

El día de hoy, se publicaron las fotos ganadoras del concurso anual de la World Press Photo (WPF).

Muchos lo saben, pero la WPP es una organización no lucrativa con sede en Amsterdam y fue fundada en 1955. Uno de los objetivos de este organismo, es el de promover entre el público en general, la apreciación del trabajo de los fotógrafos, básicamente de los fotoperiodistas, y fotógrafos documentales.
Para ello, cada año, realizan una exhibición con los trabajos ganadores, que es mostrada en 45 países, además de publicar, anualmente, en 7 idiomas, un libro con dichos trabajos.

Como dato curioso, la WPF, es auspiciada por la  DutchPostcode Lottery, y por la empresa Canon.

Para mi, siempre ha sido difícil describir las características de lo que pueda ser considerado como “una buena fotografía”, dado que todo parte del punto de vista del observador (gracias por esto tambien Einstein), habrá fotografías cuyo logro técnico sea impecable, pero que hieran la suceptibilidad de algunos, o fotografías técnicamente pobres que hagan feliz a los abuelos que observan por primera vez a su nieto.

Sin embargo, la WPF organiza año con año su concurso, y las categorías son: foto del año, artes y entretenimiento, naturaleza, deportes, temas contemporáneos, personas en las noticias, vida diaria, retratos, noticias generales.

Sin más, les dejo el trabajo ganador en dos categorías: foto del año, y personas en las noticias:


Esta fotografía, fue tomada por un español de nombre Samuel Aranda, durante las revueltas en Yemen en contra del mandato del presidenteAli Abdullah Saleh, el 15 de octubre de 2011. Se trata de una mujer que sostiene en sus brazos a un familiar dentro de una mezquita que se utilizó como hospital.

UN PAISAJE RENACENTISTA EN MEDIO DE LA GUERRA.

Imaginemos por un instante, que somos Samuel, que entramos a la mezquita con nuestra cámara en la mano, podemos percibir el olor de pólvora, orines, sangre, mierda, tierra, comida, algún aroma pútrido que no reconocemos, quizá el olor de alguna medicina; escuchamos lamentos, llantos, gritos, respiraciones; Percibimos el miedo, la confusión, la muerte. Estamos en medio de una guerra.

De pronto, nos topamos con estas personas, tomamos la fotografía, y ¿qué aparece? ¡Una imagen del renacimiento!
Una mujer con su niqab sostiene en sus brazos a un hombre semidesnudo, fundidos por el dolor y el consuelo.
No solo es renacentista el atuendo, también la imagen. Pienso en dos obras en particular (claro que hay más), pero bueno, estas me parecen las las más conocidas:
La primera: La piedad de Miguel Angel.


La segunda: La piedad de Luis Morales “el divino”.



Para mi, la foto ganadora, fue tomada en uno de los peores, obscuros y aberrantes contextos de la humanidad, jamás viviré lo suficiente para repudiar la guerra. El dolor mostrado en la imagen en infinito, al igual que el dolor de los afectados. Gracias a esto, podemos comprender qué pasa en algunos lugares, y ser testigos silenciosos del horror.
Sin embargo, y a pesar del terrible contexto, no puedo evitar observar una fotografía tan extraordinaria, sin sorprenderme y analizarla desde otro punto de vista.

Y luego me preguntan el por qué de mi amor a la fotografía...

Cada quién que saque sus propias conclusiones.

jueves, 9 de febrero de 2012

La historia del Cuarto Obscuro ¿Final?


REFLEXIÓN FINAL
(sí no leíste la primera parte: aquí)
(sí no leíste la segunda parte: aquí)

Con el tiempo, fuimos siendo mas atrevidos, hablábamos en voz alta y lo interesante de las conversaciones que teníamos en ese cuarto, era precisamente que las hacíamos en la obscuridad total, nunca nos atrevimos a prender la luz, temíamos ser descubiertos.

No obstante la falta de luz, nuestras conversaciones eran del todo fluídas, la falta de un sentido, nos obligábamos a prestar más atención a las palabras, a la forma de decirlas, al tono, hacíamos pausas para indicar que habíamos terminado nuestro turno, y entonces el otro hacía uso de la palabra. Había ocasiones en que sólo entrábamos a ese cuarto obscuro para no decir nada, simplemente para reflexionar y eso fue una de las mayores enseñanzas.

Desde entonces, los cuartos obscuros, se han convertido en una constante que me acompaña a la fecha, hoy, cuento con mi propio cuarto obscuro, en donde a menudo entro, apago la luz, me siento en el suelo y me pongo a reflexionar, un espacio en donde estoy solo con mis ideas, en donde se aclaran los pensamientos, al salir regresa aquella sensación de triunfo que tenía en la primaria, siempre con la esperanza de que al día siguiente el cuarto estaría ahí, de nuevo para nosotros.

Otro día quizá, platique sobre los momentos que pasé en los cuartos obscuros de fotografía y la magia que ahí sucedía.

Rodrigo ya no está, pero tengo la certeza de que muy eventualmente habré de habitar por siempre en un cuarto obscuro, en donde seguramente, él, me está esperando.

La historia del Cuarto Obscuro II

(sí no leíste la primera parte: aquí)

Lunes

Llegado el lunes, nos reunimos inmediatamente, sabíamos lo que teníamos que hacer, y estábamos dispuestos, lo único que teníamos que hacer, era esperar.

La maestra, anunció que podíamos salir al recreo, todos salieron corriendo, nosotros permanecimos sentados unos segundos más, pero solo unos segundos, los necesarios para no mostrar un comportamiento atípico, los suficientes para no hacernos notar de más. Calcular eso es un proceso 100% intuitivo, nuestra maestra era muy perceptiva, y con un gran radar para notar cuando nos traíamos algo entre manos, y más cuando efectimamente traes algo entre manos.

Salimos del salón, bajamos las escaleras, y emprendimos el camino hacia la puerta.

Rodrigo se adelantó, yo me quedé vigilando, trataba de actuar de manera natural, -lo pienso y me río, realmente estábamos vivendo una aventura-.
Encontré su mirada, asentí con la cabeza y giró el picaporte, a la distancia logré percibir que la puerta había cedido, me miró nuevamente, estaba claramente sorprendido, y asintió arqueando las cejas, caminé hacia él.

De nuevo estábamos en el cuarto, parados, a obscuras, sin saber que hacer. No perdimos más tiempo y comenzamos a inspeccionar ese cuarto para tratar de averiguar qué era y qué había.
Poco tiempo nos tomó el darnos cuenta de que el cuarto era una muy pequeña bodega de artículos de oficina, al recorrerlo a tientas, encontramos: bolígrafos, hojas de papel, talonarios, sobres, folders, algunas cajas cerradas, llaves colgadas, envases diversos cuyos contenidos no nos interesaron, todo acomodado en unas estanterías de madera.
Decidimos sentarnos en el piso, había que asimilar.

Rodrigo fue el primero en hablar: -¡está poca madre!-

Sabíamos que habíamos encontrado algo “poca madre”, supongo que para unos niños encontrar un lugar secreto es un gran logro, al menos para nosotros lo era. De nuevo el timbre anunciando el final del recreo.

A partir de ese día, y durante los siguientes 3 años entrábamos de manera regular a ese cuarto obscuro, ahí conversamos sobre la vida y la muerte, la guerra y la paz, del sol, la luna y las estrellas, de mujeres y amores, de los maestros, de nuestros amigos, de nuestros problemas. En ese cuarto ideamos nuestras fechorías y nos lamentábamos de los castigos obtenidos por realizarlas, ese cuarto obsucro se convirtió en nuestro espacio de reflexión, en nuestra sala de juntas, en nuestro “war room”.

La historia del Cuarto Obscuro I


Un día, recorriendo un pasillo de la escuela primaria con Rodrigo, notamos que había una puerta que siempre permanecía cerrada y bajo llave. 
Inmediatamente nos preguntamos sobre lo que habría trás esa puerta, así que, desde ese día, convertimos en una misión el pasar por enfrente de la puerta esperando un día encontrarla abierta. Así fue, pasábamos a diario y la puerta nunca estaba abierta, pero la curiosidad nos impedía darnos por vencidos. Sabíamos que no habría nada extraordinario ahí, no obstante, seguimos intentando.

Después de algún tiempo, ¡sorpresa!, al girar el picaporte, la puerta abrió...
Súbitamente, cual alma que lleva el diablo, traspasamos el umbral y cerramos la puerta. Y ahí estábamos, sumidos en una total obscuridad, nos quedámos inmóviles por unos instantes sin saber que hacer.
Temerosos por ser descubiertos, no hicimos ruido alguno, y tampoco podíamos hacernos seña alguna, al cabo de unos minutos comenzamos a susurrar.

-¿Que será esto?-
-¿no lo se?- Le contesté
-!no veo nada!-
-yo tampoco...-

De ahí comenzamos con las afirmaciones lógicas promovidas más por el nerviosismo y por la emoción.

-No entra nada de luz-
-Sí, esta bien obscuro ¿qué habrá aquí?
-Pues no se, ¿qué no ves que no hay luz?-

Silencio de nuevo, supongo que Rodrígo se hacía las mismas preguntas que yo.

Comencé a percibir que ese cuarto era más fresco, húmedo y tenía un olor que aún recuerdo fielmente, ahí, en la obscuridad percibí el olor a papel revolución, a cartón, a madera, a humedad acumulada, a tinta.

A lo lejos percibimos el timbre que señalaba el fin del recreo, y de nuevo un problema: habíamos conseguido entrar sin ser vistos, ahora, debíamos lograr salir de la misma manera. Esperamos unos minutos y salimos, el plan había resultado, logramos “escapar”.

Recuerdo, que estábamos emocionados, no exagero al decir, que sentíamos haber encontrado nuestro “El Dorado”, y desde entonces fuimos los guardianes de ese secerto, nadie más debería saber de la existencia de ese lugar.

Al día siguiente, qeríamos repetir la azaña, solo que ahora habíamos ideado un plan para entrar sin ser vistos, y lo mismo para salir, llego el recreo y fuimos a buscar la puerta.

-¡Carajo, esta cerrada!- Me dijo.
-haber, déjame intentarlo.-

No, tampoco tuve suerte, nos quedámos ahí un buen rato, discutiendo nuestras opciones. Platicamos, le dimos vueltas pro todos lados, la conclusión: debíamos intentarlo de nuevo.

-Lástima que es viernes- Musité
-Pinche Emilio, siempre le encuentras el lado negativo a las cosas-
Con esa respuesta nos quedamos viendo unos intantes, y comenzamos a reir, ¿de qué?, ¿quién sabe?, supongo que sabíamos que esas conversaciones serían así en los años venideros, y así fueron.

Nos fuimos, no había nada que hacer, no sin antes acordar que atenderíamos este asunto durante el fin de semana.

Bueno, éramos unos niños, y no pudimos convencer a nuestras respectivas progenitoras, para que nos dieran el permiso correspondiente para visitarnos el fin de semana, así que nos vimos hasta el siguiente lunes.

Continuará....

lunes, 6 de febrero de 2012

¡Es Josefina!


El día de hoy (6 de febrero de 2012), ya conocemos a quienes serán los contendientes por la presidencia de México este año.

El primero es Enrique Peña Nieto, por el P.R.I.
El segundo es Andrés Manunel López Obrador, por el P.R.D.
Y la tercera es Josefina Vazquez Mota por el P.A.N.

Mucho se ha hablado ya, sobre los criterios de designación de cada uno de los candidatos. Sin embargo quisiera hacer una reflexión sobre el caso de Josefina.

Algunos recordarán que hace 6 años había un pre-candidato, que se notaba poco, que no era el candidato “oficial”, un candidato, que había sido destapado prematuramente por un gobernador meses antes de los procesos de selección, lo cuál le costó su chamba en la Secretaría de Energía.
Este pre-candidato, logró lo impensable: remontar la gran diferencia con respecto a su rival en las internas, ganando en el proceso de selección y convirtiéndose en el candidato del PAN a la presidencia de la República.
Así fue, como Felipe Calderón, logró su primer gran triunfo, estaba a su lado Josefina Vazquez Mota.
Calderón inició su campaña, muy, muy, pero muy abajo de los otros tres contendientes, había realizado cambios en su equipo, había sustituido a Josefina por Juan Camilo, su campaña no prendía, el no remontaba, la derrota era inminente.
Cambió su estrategia, removió a Juan Camilo, y puso a Josefina como Coordinadora de Campaña, el resultado todos lo recordamos, en meses Calderón, de nuevo, logro lo impensabe: remontó desde los sótanos para ganar (estadísticamente empate), las elecciones presidenciales.

Hoy, Josefina logró vencer claramente a sus contendientes en la “consulta” realizada por los panistas el pasado 5 de febrero, no era la candidata “oficial” y salió avante.
Hoy, se encuentra muy por debajo de los otros 2 virtuales candidatos en la carrera por “la grande”, pero ella, ella sigue siendo Josefina.

La gran pregunta es: ¿podrá repetir la historia?

miércoles, 1 de febrero de 2012

Prendiendo el micrófono


Hace unos días, un buen amigo me preguntó: “¿y tú, por que no has prendido tú microfono?, Yo creo que tienes mucho que decir y hay muchos que queremos escucharlo”

¡Caray!, me dejó pensando mucho. Este mismo amigo escribió un post “Canta con tu propia voz” en su blog.

Reflexioné mucho sobre las razones por las cuales no he seguido escribiendo, o al menos subiendo mis escritos, que resguardo para la posteridad.

¿Cuán importante es “prender el micrófono”, ó cantar con tú propia voz?

Hay muchísimas respuestas, pero parece ser que la respuesta la tiene muy clara el colectivo artístico: El grito más fuerte, quienes apoyan al Movimiento por la paz con justicia y dignidad. Dicho de otra forma, un grupo de artistas que apoyan el movimiento de Javier de Sicilia, Poeta cuyo hijo fue asesinado -junto con otros- bajo condiciones poco claras, y originalmente relacionado con el “crimen organizado”.
Desde ese día, Javier ha emprendido una lucha que lo ha llevado a recorrrer el país, y ha juntado cientos (¿miles?) de testimoniales de víctimas que no han encontrado justicia.

El grito más fuerte, acaba de lanzar una serie de spots en los que se involucraron varios personajes públicos relacionados con la cultura y las artes retomando las experiencias de las víctimas y sus familiares en sus propias voces “Yo hago esto para que lo que me pasó a mi no te pase a ti”

La campaña tiene un nombre por demás adecuado: “Ponte en los zapatos del otro”



Y esas han sido las relflexiones estos días: prende el micrófono "y" canta con tú propia voz el grito más fuerte; ponte en los zapatos del otro "porque" yo hago esto para que lo que me pasó a mi no te pase a ti
Una serie de frases que provienen de lugares distintos y por demás diferentes, que juntas nos pueden dar indicios de que algo está pasando.

Cada día son y somos, más las personas que tenemos propuestas -todos las tenemos-, pero que queremos ser escuchados. Tengo la esperanza de que algo se esté cocinando en el ambiente, y que al final los ciudadanos podamos retomar el lugar, que por derecho nos corresponde, solo tenemos que juntarnos para darnos cuenta de que, a pesar de nuestras diferencias, el día de hoy tenemos un enemigo en común: la indiferencia.