El
día de hoy (6 de febrero de 2012), ya conocemos a quienes serán los
contendientes por la presidencia de México este año.
El
primero es Enrique Peña Nieto, por el P.R.I.
El
segundo es Andrés Manunel López Obrador, por el P.R.D.
Y
la tercera es Josefina Vazquez Mota por el P.A.N.
Mucho
se ha hablado ya, sobre los criterios de designación de cada uno de
los candidatos. Sin embargo quisiera hacer una reflexión sobre el
caso de Josefina.
Algunos
recordarán que hace 6 años había un pre-candidato, que se notaba
poco, que no era el candidato “oficial”, un candidato, que había
sido destapado prematuramente por un gobernador meses antes de los
procesos de selección, lo cuál le costó su chamba en la Secretaría
de Energía.
Este
pre-candidato, logró lo impensable: remontar la gran diferencia con
respecto a su rival en las internas, ganando en el proceso de
selección y convirtiéndose en el candidato del PAN a la presidencia
de la República.
Así
fue, como Felipe Calderón, logró su primer gran triunfo, estaba a
su lado Josefina Vazquez Mota.
Calderón
inició su campaña, muy, muy, pero muy abajo de los otros tres
contendientes, había realizado cambios en su equipo, había
sustituido a Josefina por Juan Camilo, su campaña no prendía, el no
remontaba, la derrota era inminente.
Cambió
su estrategia, removió a Juan Camilo, y puso a Josefina como
Coordinadora de Campaña, el resultado todos lo recordamos, en meses
Calderón, de nuevo, logro lo impensabe: remontó desde los sótanos
para ganar (estadísticamente empate), las elecciones presidenciales.
Hoy,
Josefina logró vencer claramente a sus contendientes en la
“consulta” realizada por los panistas el pasado 5 de febrero, no
era la candidata “oficial” y salió avante.
Hoy,
se encuentra muy por debajo de los otros 2 virtuales candidatos en la
carrera por “la grande”, pero ella, ella sigue siendo Josefina.
La
gran pregunta es: ¿podrá repetir la historia?
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